Con sabor amargo desde nuestro despertar, tras enterarnos
que un nuevo ataque terrorista sembraba el terror en Bruselas
donde se habían perdido 32 vidas humanas e inocentes.
Por aquí en Sevilla, cuando aun algunos no habíamos terminado
de saborear el café, la Cruz de Guía del Cerro salía de su Parroquia con veinte
minutos de adelanto, según los partes
meteorológicos que manejaban, las lluvias previstas aparecerían sobre
las tres de la tarde, por entonces la cofradía ya andaría por las inmediaciones
del Prado de San Sebastián y cerca de poder resguardarse en la Universidad
Hispalense. El Barrio a pesar del adelanto estaba lleno, sus vecinos estaban en
sus calles como cada año. El sol regaba de luz Sevilla y la nube de incienso
pronto anunciaba en sus puertas que el Señor del Desamparo y Abandono iba a
comenzar a salir. Aparecía el Crucificado enterrado casi hasta las rodillas en
su monte tupido de claveles rojos, sones de la marcha real, y aplausos, pronto
comenzó la marcha Cristo del Cerro, mientras Longinos se arrepentía, avanzaba
el paso de misterio con paso firme y dándole paso a la trasera.
Foto: José Javier Comas |
En menos de una hora se ponía la cofradía en la calle, a las doce y veintiuno salía el paso de la Virgen de los Dolores,
bellísima siempre ataviada por las manos de Paquili, llevaba un tocado en tul
blanco limpio de joyas, sonaba el Himno de Andalucía, y la marcha real cuando
el Palio ya estaba en el atrio saliendo y entregándose por completo a sus
devotos, Coronación sonaba para alegría de un barrio, los rayos del sol se
reflejaban sobre los bordados dorados de sus bambalinas y llovía…si llovían
pétalos de flores de forma incansable sobre su techo.
Sobre las tres y cuarto de la tarde se esperaban noticias
desde San Esteban, sin embargo llegaban las temidas lluvias, ya chispeaba en
Sevilla, cuando el Paso del Señor del Desamparo y Abandono avanzaba por la
Avenida de San Fernándo, la decisión en ese momento fue la de continuar casi a
paso mudá hasta alcanzar la puerta de San Miguel de la Catedral, a la Virgen de
los Dolores se dirigía hacia el Rectorado Universitario, para refugiarse
llegando allí a las cuatro de la tarde y a los sones de Virgen de los
Estudiantes.
Foto: Julio Domínguez Arjona |
Son las cuatro en punto cuando la Virgen de los Dolores sale
del Rectorado de la Universidad para reunirse con el resto de la cofradía en la
Catedral, donde alli se decidirá la vuelta, si es posible hacerla en este mismo
Martes u otro dia decidido entre la Hermandad, Consejo de Hermandades y el
CECO.
Un cuarto de hora mas tarde San Esteban pone Cruz de Guía en
la calle, y sobre las cuatro y media de la tarde se acontecen mas
informaciones, desde el barrio de la Calzá se retrasa la decisión hasta las
cinco de la tarde, y desde la Hermandad de los Estudiantes nos llega su
decisión de suspender la Estación de Penitencia tras ser informados de que la
tarde esta metida en aguas. Con esta paleta de decisiones ya intuíamos que la
tarde estaría complicada si lo decidido desde el Rectorado se hacia presente.
Foto: Ismael Molina |
La Virgen de los Desamparados se pone en la calle aun
chispeando, pocos minutos después, en San Benito se decide salir hacia la
Catedral, y en estos minutos de incertidumbre, se anuncia la suspensión de la
Estación de penitencia en Los Javieres. Mientras en la Catedral todo se prepara
para la salida del Cerro hacia su barrio, en San Benito sale su Cruz de Guía
sonando la banda juvenil de los Gitanos.
Foto: Web Hermandad del Cerro del Águila |
La Cruz de guía del Cerro sale de la
Catedral por la puerta de Palos para continuar por San Gregorio y San Fernándo,
y también en cuestión de minutos la Cruz de Guía de Los Javieres sale de Omnium
Sanctorum, por lo que la información anterior parecía que no procedía de
fuentes oficiales, lo que si es oficial, que en Carrera Oficial transcurriría
en el lugar que ha dejado los Estudiantes.
Así que ordenando todo este caos, parecía que la tarde se
iba arreglando, a las seis menos cuarto el paso de misterio de la Presentación
al Pueblo de San Benito se ponía en la calle, tras la marcha real, sonaba
Presentado a Sevilla, se notaba la intención de recuperar tiempo porque en una
sola chicotá enfilaba la Avenida Luis Montoto, el Señor lucia la nueva túnica
bordada en el taller de Mariano Martín Santoja, con bordados persas y diseñada
por Maravillas Fernández. Minutos después el Crucificado de las Almas salía en
silencio a las ordenes de su capataz, ya salvado la ojiva de la Parroquia
sonaba la marcha que lleva su nombre interpretada por la banda que acompaña al
palio, con el monte de claveles rojos y el cielo gris de fondo.
De nuevo aparece la lluvia en Sevilla, y los tramos de
nazarenos de la cofradía del Cerro, que se encontraba saliendo de la catedral
hacia su barrio, se vuelven sobre los pies y entran de nuevo en la Catedral,
son las seis de la tarde, en San Benito minutos después sale el Cristo de la
Sangre, con total normalidad, y en Omnium Santorum la complicadísima salida de
la Virgen de Gracia y Amparo, en una de las estampas nuevas que nos deja esta
Semana Santa ya que va acompañada de San Juan por primera vez en el paso de Palio,
también se realiza la misma con completa normalidad.
Sin embargo la lluvia ya no se concentra entorno a la
Catedral, sino que no para y se hace mas intensa, el paso de misterio del
Cristo de la Salud y Buen Viaje de San Esteban se refugia en la Anunciación, ya
había pasado ante la iglesia y vuelve andando de espaldas, el Cristo mira hacia
la Campana, solo los costaleros están girados y el resto de refresco alrededor
del paso. Cinco minutos hay de diferencia entre la entrada del Señor y el del
Palio de la Virgen de los Desamparados que llega sonando la marcha Encarnación
Coronada, apenas lleva encendidas algunas de los cirios mas cercanos a la
dolorosa, y fresias blancas exornan el paso de Palio.
Foto: ABC Sevilla |
En la Parroquia de San Benito, el paso de la Virgen de la
Encarnación se mueve llegando hasta el centro de la parroquia, pero allí llueve
intensamente y la Virgen no sale, y los nazarenos que forman parte de su
cortejo comienzan a volverse, pasan treinta minutos de las seis de la tarde
cuando el paso de Palio de la Virgen de Gracia y Amparo entra apresurada bajo
la lluvia, diez minutos después lo hace el Crucificado de las Almas.
Foto: Ismael Molina |
Un mar de paraguas inunda la Avenida Luis Montoto, el Cristo
de la Sangre a paso de muda y de casi de una sola chicotá llega hasta su
parroquia escoltado por los costaleros que están fuera para proteger el dorado
y su Banda tocando.
Foto: Miguel Arco |
Momentos de mucha angustia tras saber que el paso de
Misterio de la Presentación al Pueblo ya había pasado el Muro de los Navarros,
casi media hora de lluvia, intensa le cae al paso de Misterio hasta que aparece
a paso de muda por la Avenida de camino a la Parroquia, lagrimas de todos los
asistentes porque es una estampa que no nos gusta a nadie, el Señor de la
Presentación esta cubierto por un chubasquero verde cazería, pero aun así ha
sido mucha agua y mucho tiempo, aplausos para alentar a los costaleros por su
esfuerzo titánico. Antes de girar para la calle donde esta la Parroquia se le
retira la parte alta del sillón de Pilatos, la loba capitalina, y la parte alta
del Senatus. Suena Costalero de Nazaret, para la entrada del paso de la
Presentación al Pueblo que por fin terminó su agonía, faltando pocos minutos
para las siete de la tarde, entonces estallo una ovación para reconocer el
esfuerzo de todos los miembros de la Hermandad.
Ya con todas las cofradías que habían salido refugiadas,
ahora llegaba el compás de espera para las vueltas, y sobre todo para ver que
harían el resto de hermandades que aun tenían que salir Desde la Catedral, la
Hermandad del Cerro suspendió definitivamente su vuelta. Y desde la Candelaria
se anunciaba que se darían una tregua y hasta las ocho de la noche no tomarían
ninguna decisión, y a esa hora ponían su Cruz de Guía en la calle, eso si,
modificándose el recorrido, bajarían por la Cuesta del Rosario hasta alcanzar
la Calle Granada, para llegar a la Campana por la Calle Tetuán.
Foto: Julio Domínguez Arjona |
Pasado más de
quince minutos de las ocho el Señor de la Salud salía de la Parroquia, a la
misma vez que desde Santa Cruz se anunciaba la suspensión de la Estación de Penitencia.
Foto: ABC Sevilla. Señor de la Salud y Buen Viaje con la Clámide del Señor de la Coronación de Espinas del Valle |
Sobre las nueve de la noche ya estaba la Cofradía de la
Candelaria totalmente en la calle, y la Cofradía de San Esteban de vuelta, el
paso de palio salía a los sones de Virgen del Valle en agradecimiento por su
corta estancia en su casa. Llegaría a San Esteban pasadas las once y media de la noche.
Ya solo nos quedaba un punto de interés, que seria
desde San Lorenzo, y como era de esperar, a las nueve y cuarto ponía su cruz de
Guía en la calle, también con algún cambio en su recorrido, ya que tirarían por
la calle Conde de Barajas, y Trajano hasta el Duque a la ida.
De vuelta por la Cuesta del Rosario |
Foto: Twitter Cristina Aguilar |
A la Candelaria la esperamos en la calle Granada, y la
verdad es que desalojaron bastantes personas llevándolas hacia la Plaza Nueva,
el cortejo apareció muy bien dispuesto y pronto escuchamos la trompetería de
Triana, sin embargo tuvimos que esperar exageradamente para ver a la Virgen de
la Candelaria, la cual paso delante de nosotros como un suspiro y a toque de
tambor, a pesar de no tener ninguna cofradía por delante, iban con retraso algo
inexplicable, pero cierto. Otro dato histórico para anotar, la Candelaria seria
la primera hermandad en pedir la venia en la campana este año 2016.
Foto: Twitter BC Cigarreras |
A las once menos cinco minutos de la noche llega hasta la
plaza de la Campana el paso de misterio de Jesús ante Anás, de la Bofetá, a los
sones de Luz de Misericordia interpretada por la Banda de las Cigarreras, en el
canasto el estreno de los ángeles revoleteando en homenaje a los niños de la
hermandad que realizan la Estación de Penitencia. Y hasta allí mismo esperamos
a la bellísima Virgen del Dulce Nombre, recién restaurada por Carmen Bahima, al
igual que el San Juan que le acompaña en su paso de Palio. Para llegar al
palquillo suena Como tu ninguna, que le sienta de maravilla a cualquier palio,
pero a este le viene que ni pintado.
Con esta misma cofradía decidimos terminar el Martes Santo, ya metidos
en nuestro esperado Miércoles, a las dos y cuarenta minutos llegaba la cruz de
Guía del Dulce Nombre hasta San Lorenzo. Media hora esperamos para ver entrar
el paso de misterio de Jesús ante Anás, como cada martes la plaza estaba en
oscuridad y desde que se levanto el paso en la calle Conde de Barajas a los
sones de “En tu Buena Muerte”, maravilloso el recorrido por su plaza, por su
andar, por su entorno, por su sencillez, por todo y por si no fuese poco,
sonaba Costalero del Soberano, para enlazarlo con la marcha real justo cuando
entraba Anás y sus últimos candelabros, sin perder el paso en ningún momento.
Grande la ovación para sus costaleros y músicos de los presentes en la plaza.
Foto: José Javier Comas |
De
repente apareció esa candelería por completa encendida, a los sones de Corpus
Christy por la calle Conde de Barajas, como se mueve este palio, como bailan
sus bambalinas, que conjunto de bordados, de claveles rosas en sus jarras de
bouquet, no puedo mas que contemplarla sin parpadear, dulce son sus lagrimas,
dulce la tesitura de los labios, dulce su
mirada, sus manos, y hasta su nombre…si no recuerdo mal, con Coronación
de la Macarena entro en la plaza de San Lorenzo, siempre de fondo suenan sus
bambalinas. El manto venia tapado por un plástico, la parte que no cubre el
techo de palio, a pesar que no nos llovió ni un poco al menos en la plaza. Sonó
Virgen de las Aguas y Estrella Sublime en su revirá para cuadrarse ante las
puertas de la Parroquia y para terminar, como no podía ser de otra forma, su
dulce marcha, Maria Santísima del Dulce Nombre, poco a poco avanzaba hacia
atrás, con los costeros a tierra, entraba este maravilloso paso de palio, que
despedía con luz y aplausos este Martes Santo tan accidentado por la lluvia
para nuestras Cofradias, ya bien metidos en la madrugada casi sonaban las cuatro.
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